En el estudio seguimos los siguientes pasos para el diseño de un buen proyecto de paisajismo:

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1. Primera visita

Nos reunimos con el cliente, a poder ser en el jardín a diseñar, donde intercambiamos opiniones y impresiones del lugar y de lo que se espera de él. Es un encuentro muy importante para conocer las necesidades del cliente y los condicionantes y virtudes del espacio. Una vez recogida toda la información necesaria, redactamos y enviamos los honorarios paisajísticos al cliente, detallando lo comentado en la reunión y las siguientes fases a desarrollar.

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2. Mediciones y análisis

Una vez aceptados los honorarios, se necesita poder trabajar sobre una base escalable del jardín. En función de la superficie y complejidad del jardín, serán necesarios los servicios de un topógrafo profesional. En el caso que sea un espacio abarcable por el estudio, nosotros mismos tomaremos las medidas. Durante esta fase se desarrolla internamente un proceso muy importante de análisis: se observa el tipo de suelo, la orientación, el entorno y la arquitectura, las circulaciones dentro del espacio, las necesidades del cliente y el potencial del futuro jardín.

3. Primera idea

Una vez obtenidas las mediciones del espacio y hecho el análisis, se elabora y presenta a los propietarios una primera idea o concepto general del jardín. Este plano escalado muestra, en planta, el diseño propuesto para el jardín y servirá como base de trabajo y posterior definición. Paralelamente se presentan imágenes de referencia de otros proyectos, para mostrar al cliente el tipo de plantación y materiales propuestos y el estilo general. Además, si así lo desea el cliente, se presentan imágenes 3D del espacio para entender mejor la propuesta.

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4. Proyecto ejecutivo

Una vez acordada la propuesta y hechos los cambios necesarios, se detalla el plano, acotándolo para su futura construcción. Se realizan detalles constructivos si son necesarios. Incluye, además, un plano de plantación detallado, con todas las unidades a plantar: incluyendo un listado de especies, cantidades, tamaño de suministro y fotografías. De esta manera, cualquier jardinero avanzado será capaz de ejecutar la plantación. Este diseño final permite generar mediciones para enviar a presupuestar a empresas especializadas. Normalmente el estudio propone empresas de jardinería de confianza, en el caso de que los propietarios no dispongan o conozcan empresas para ejecutar el proyecto.

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5. Supervisión de obra

El proyecto sigue vivo durante la ejecución del jardín. Normalmente, surgen cambios y complicaciones que deben ser solucionados por el paisajista para mantener una coherencia estética y formal. Esta supervisión no es un “Project Management” de la obra, sino un estar presente durante la ejecución para tomar decisiones a pie de obra. La relación y el contrato siempre es empresa-cliente, y el estudio no entra a gestionar los diferentes industriales involucrados. Es esencial la presencia del paisajista en las distintas fases del proceso, especialmente durante la presentación de la planta y su posterior plantación. Generalmente, se pactan el número de visitas con el cliente, según sea conveniente.

6. Monitorización del mantenimiento

Una vez el proyecto de ejecución está terminado y empieza el mantenimiento, el estudio ofrece un seguimiento periódico del jardín. En estas visitas se evalúa el desarrollo y se trabaja mano a mano con client@s y el jardiner@ para asegurar un mantenimiento adecuado según la visión del diseño original.