Una lección silenciosa


El jardín es tiempo visible.

En el corazón de todo diseño para un jardín, late un pulso más profundo que el de la técnica y la creatividad: el del tiempo. Porque un jardín no nace acabado. Un jardín empieza cuando roza el terreno, cuando el diseño se convierte en promesa y no en producto. En una era de urgencias, el jardín es una forma de resistencia lenta, una invitación a mirar más allá del ahora.

Y es que el verdadero paisajismo no solo modela el espacio, modela también la espera.

Una poética del tiempo

Diseñar un jardín es como escribir un poema con raíces. Las plantas hablan, pero lo hacen despacio. Toman la forma del viento, de la lluvia, de los años. En mi trabajo como paisajista, cada proyecto es una coreografía entre materia viva, memoria mineral y la artesanía del jardinero.

El primer año todo florece. El segundo, se ordena. Después, el jardín toma decisiones propias. Y ahí empieza la fiesta, tejida por estaciones y gestos cotidianos.

Un jardín bien diseñado sabe hacerse mayor. No busca eternamente parecer joven. Al contrario: está pensado para envejecer, como la madera, como una encina centenaria, como la voz de alguien que ha aprendido a callar. En el diseño de jardines, esto implica elegir especies autóctonas y adaptadas, entenderlas, emplazarlas bien y darles espacio para crecer. Implica, también, escoger materiales que no vengan de lejos y que se dejen habitar por el tiempo,

Hay jardines que deslumbran. Otros, que permanecen. Los que más me interesan no buscan un impacto inmediato. Buscan acompañar. Ser fondo y forma a la vez. Lugar de luz, sombra y descubrimiento. En la penumbra de diciembre o bajo la plenitud de mayo, un jardín verdadero sigue hablando sin decir nunca nada del todo.

Desde mi estudio, concibo cada proyecto como un diálogo entre lo visible y lo invisible. Diseñar no es controlar, es preparar el terreno y sembrar ideas para que el tiempo pueda escribir su propia historia. Y esa historia se cuenta en silencio.

 

Jardín Casa Luz, Sitges


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No plants, No party